Estimula la inmunidad: El consumo frecuente de arándanos puede ayudar a prevenir infecciones recurrentes del tracto urinario.
Antioxidantes: los frutos rojos poseen polifenoles, unos compuestos bioactivos que, en contacto con las bacterias intestinales dan lugar a metabolitos con gran capacidad antioxidante. Por tanto, contribuyen a la prevención de enfermedades crónicas como la diabetes y neurodegenerativas como el Alzheimer.
Vitamina C: una ración de 100 g de fresas, por ejemplo, aporta alrededor del 100% de la recomendación diaria de vitamina C. Esta participa en la absorción del hierro, por lo que son buenas para combatir la anemia; ayuda también al sistema inmunitario y mantiene sanos las encías, huesos y vasos sanguíneos.
Fibra: importante para mantener una correcta salud gastrointestinal. Un consumo adecuado de fibra diario (35 g. en hombres y 25 g. en mujeres) controla el apetito, mantiene estables los niveles de glucosa en sangre y puede ayudar incluso a disminuir los niveles de colesterol LDL (colesterol malo).